¿Necesitas permisos para cultivar cáñamo industrial en España?

La revolución del CBD es un hecho. En una sociedad que cada vez se liga más a las alternativas no intrusivas y contrarias a los fármacos habituales, el cannabidiol se convierte en una opción favorable.

A raíz de esta tendencia, surge una cuestión en nuestro país de carácter legal muy relevante: ¿hacen falta permisos para cultivar cáñamo industrial en España?

Con el fin de responder a todas las preguntas que se harán agricultores y otros especialistas en torno del cáñamo y su siembra en masa, hemos redactado un artículo que busca ser lo más claro y sencillo posible. Esperamos que después de leerlo, no quede duda alguna en cuanto al cultivo de esta planta.

¿Qué es el cáñamo industrial?

Antes de meternos de lleno en todos los aspectos legales, conviene que sepamos de qué estamos hablando, puesto que el cáñamo industrial presenta unas variantes que afectan de forma directa a la legislación que rige su cultivo.

El cáñamo es un término usado comúnmente para hacer referencia a la planta del Cannabis Sativa, aquella que tiene un bajo contenido de THC, sustancia más presente en la marihuana. Su semilla es tan versátil que cada día tiene más usos en ámbitos muy dispares tales como la belleza, la alimentación o incluso la construcción. Como resultado, encontramos que su crecimiento en los últimos años es exponencial.

Tipos de cultivos de cáñamo industrial

Es importante que atendamos a las dos variedades de cáñamo a la hora de sembrar. Sus características hacen que el producto obtenido sea de un modo u otro y, por tanto, su uso varíe.

Cultivares de fibra. Esta plantación posee unos tallos largos y, contrariamente, unas ramas muy pequeñas. Siendo ya de esperar, de aquí se destina la cosecha a obtener fibra vegetal hecha de cáñamo, la cual es muy resistente y flexible al mismo tiempo.

Cultivares de semillas. En este caso, las peculiaridades toman las dimensiones opuestas: tallos cortos y ramas numerosas con cabezas de semilla de gran tamaño. Este cultivo va destinado a la obtención de semillas a partir de las cuáles extraer el aceite de CBD del que tantos usuarios se benefician por su múltiples aplicaciones.

Consumo actual de cáñamo industrial

La regulación desarrollada con el paso de los años en España en cuanto al cultivo de cáñamo industrial, previa a su aceptación como elemento tanto medicinal como recreativo en EEUU y Canadá, ha contribuido a su boom de consumo.

Aunque el conocimiento acerca del CBD se limita mucho al hecho de que viene de la misma familia de planta de la que se extrae la marihuana, su aceptación como alternativa natural está en auge. En comunidades como Cataluña o Galicia ya se registran 300 y 100 hectáreas de terreno dedicado al cultivo de cáñamo industrial. Gran parte de estas cifras es debido a que el clima de España es propicio a este tipo de siembra, además del potencial de este país en cuanto a producción y consumo.

Permisos para cultivar cáñamo industrial en España

Empezar con la siembra de esta planta tan reconocida a nivel internacional requiere de unos conocimientos no sólo biológicos, sino también legales. Estar seguro de que se cumplen con los permisos para cultivar cáñamo industrial en España es un alivio para el que empieza este proyecto, por lo que conviene tener un asesoramiento técnico especializado para evitar problemas futuros.

El cáñamo y sus plantaciones están regulados por la Convención Única de 1961, ratificada el 3 de febrero de 1966 por España y por la Ley 17/1967. Su aplicación está regulada independientemente del contenido en THC de la producción, además de ser catalogado como estupefaciente.

Principales condicionantes para la agricultura de cáñamo en grandes cantidades

Para comenzar a sembrar semillas de forma legal en el país habrá que considerar los siguientes puntos en función de la cosecha y su finalidad.

Acerca de los cultivos de semillas destinadas a la producción industrial que no requieren la autorización de la AEMPS
Tienen que ser de semillas certificadas por la Unión Europea, las cuales tienen una Autorización Provisional de Comercialización (APC). Estas son semillas con un contenido en tetrahidrocannabinol inferior al 0,2%.
Su único destino de producción es la obtención de fibra, grano o semillas.
Los cogollos que nacen en estos cultivos, aunque sean de semillas con APC, no pueden ser ni tan siquiera almacenados al ser considerados estupefacientes.
Aquellos que pretendan ser tratados para su uso en cosmética se someterán a un estudio exhaustivo por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, perteneciente al Ministerio de Sanidad.
En cuanto al uso alimentario, su destino está aceptado, siempre y cuando el contenido en THC no supere el porcentaje mencionado en el primer punto.
Acerca de los cultivos de cannabis con finalidad científica o médica que requieren autorización de la AEMPS

Deberá tener licencia previa por parte de la AEMPS por la que se permite cultivar cannabis de forma masiva para su posterior estudio o empleo en medicina

Estos permisos pueden obtenerse en la propia web de la Agencia.

¿Qué piden para producir semillas de cáñamo?

El principal requisito para llevar a cabo la siembra recolección de las mismas es tener el registro de Productos de Semillas y Plantas de Vivero, dentro de la categoría correspondiente y en el grupo de especies textiles. Cada comunidad autónoma tiene un procedimiento especial para acceder al registro pero, en resumidas cuentas, el objetivo es mostrar que el productor tiene los conocimientos y medios necesarios para hacer todo esto.

El segundo punto es que dichas semillas tienen que cumplir el Reglamento Técnico de Control y Certificación de Semillas de Plantas Textiles. Los técnicos de cada comunidad autónoma se ocuparán de esta evaluación y posterior certificación.

Resulta muy conveniente guardar la documentación obtenida tras estos procesos durante al menos 3 años para hacer frente a posibles inspecciones aleatorias.

Como véis, la producción de cáñamo en cantidades masivas cuenta con un importante y estricto control por parte de las autoridades competentes. Meterse en un proyecto de este calibre puede resultar costoso a la hora de ponerlo en marcha, aunque es muy rentable en el largo plazo y pretende serlo aún más a medida que aumente el conocimiento que se tiene acerca de CBD. ¡Nos vemos en el próximo post!